De poco vale que esté todo super bonito si vuestros invitados no pueden oír con claridad vuestro «si, quiero».
Así que necesitáis un sistema de sonido especial para la ceremonia, donde la claridad de las voces sea lo primero, con unos micrófonos especiales calibrados para el espacio donde celebráis la ceremonia.
Yo estoy a los mandos de la mesa de directo, corrigiendo el volumen y el tono de cada una de las personas que van a intervenir, y sincronizando la música que habéis escogido.
Y algo muy importante. Todo el sistema tiene que estar colocado de manera que sea «invisible» para el fotógrafo. Los protagonistas sois vosotros.